
5. NO TOMES EN CUENTA TODAS LAS OPINIONES
A lo largo de tu camino de emprendimiento, habrá mucha gente que te dirá que lo primero que debes hacer es adquirir experiencia en una gran empresa o que trate de convencerte de que tu idea no será exitosa, pero la verdad es que, si realmente deseas iniciar tu negocio y eso es lo que realmente te hace feliz, entonces, adelante.
También, evita tomar en cuenta únicamente los comentarios positivos, ya que pueden ser poco realistas. Por eso, debes tratar con expertos y con personas en las que realmente confíes para escuchar sus propuestas.
Ya lo sabes, olvídate de los prejuicios y lucha por esa idea que puede llegar a ser una gran empresa. Si llega a ser exitosa, sin duda, será una de tus grandes satisfacciones y ésta es la mejor época para empezar.
La gente que realmente cambia el mundo no les importa demasiado lo que la gente piensa de ellos. Pueden tener un círculo de personas íntimas a las que suelen acudir en busca de consejo, pero no dejan que las opiniones de la mayoría de las personas influyan en ellos en sus decisiones. Liberarte de la presión de tener que ganar la aprobación de los demás libera una enorme cantidad de tiempo y energía para concentrarse en tratar de ser quien realmente eres, no lo que otras personas quieren que seas. Seamos sinceros, si te enfocas en el derecho / medicina / trabajo en una gran empresa / etc porque otras personas quieren que lo hagas no es del todo cierto que no vayas a ser feliz. La realidad es que lo que serás es completamente miserable. Sin duda. No existen las excepciones.
Me afectaban demasiado las opiniones que tenían los demás sobre mí a los 21 años. De hecho, todavía me afectan hoy a los 33. Creo que la diferencia es que cuanto mayor me hago más consciente soy de quien soy y es más fácil pasar por encima de estas opiniones. Empieza pronto a hacerlo en la vida y no te arrepentirás. Además, ello hace la vida mucho más interesante. Por cierto, si quieres un ejercicio para ayudarte no prestar atención a las opiniones de los demás prueba éste de Tim Ferriss:
… Simplemente túmbate en medio de un lugar público lleno de gente. La hora del almuerzo es ideal. Puede ser una lugar muy concurrido, un Starbucks, o un restaurante popular. No hay ninguna técnica. Simplemente tumbarse y permanecer en silencio en el suelo durante unos diez segundos, y luego levantarse y continuar con lo que estaba haciendo antes.
