Iniciar una empresa puede ser el camino más arriesgado, pero también el que te puede traer mayores beneficios ; por lo tanto, si crees en ello debes continuar hasta el final y evitar que tu estado de ánimo y tus ganas bajen. Eso sí, debes tomar riesgos inteligentes y calculados. Ademas, probablemente no tienes una familia a la cual mantener asi que no tienes mucho que perder.

Arriésgate, solo así se gana… No, no se trata de un concurso, pero sí de algo más significativo, y es la importancia de tomar ciertos riesgos en la vida. Muchos no lo van a admitir, pero te sorprenderá saber lo común que es el miedo que las personas sienten de expresar sus opiniones o sus ideas.

Todo empezó en la primaria, cuando temías que tus compañeritos se burlaran de ti. Sin embargo, ya creciste y aún sientes temor a cometer errores. Así como el escritor irlandés, George Bernard una vez dijo: “Una vida usada cometiendo errores no solo es más honorable, sino que es más útil que una vida usada no haciendo nada”. El no expresar lo que piensas, te hace pasar desapercibido y no te permite aprender.

Es increíble cuánto cuesta comprender que si por ejemplo, estás tomando una clase ya sea aprendiendo un idioma o un curso de cocina, estás ahí porque necesitas instruirte y por ende los demás compañeros tienen también esa misma necesidad. Entonces, ¿por qué sentir miedo a decir algo incorrecto? Debes permitirte esas equivocaciones de las cuales recibirás una retroalimentación y no será tiempo perdido.

Además, esa costumbre de callar, la seguirás repitiendo en el trabajo y en cualquier otro lugar donde estén presentes un grupo de personas con las que quizás no con todas compartas o te sientas en confianza.

Arriésgate a decir lo que piensas, ganarás experiencia y contribuirás a que otros también puedan aprender o tomen en cuenta tu punto de vista. En el mundo actual existe mucha competencia, por lo cual el destacarse es sumamente imprescindible para poder lograr lo que se desea sin temor a cometer errores, ya que son parte del proceso de instruirse.

Deja a un lado la sensibilidad de sentirte mal por lo que otros pensarán de ti. Muchas veces cuando crees que estás siendo juzgado, probablemente no sea así, al contrario, es posible que seas visto como una persona con valentía de expresar lo que piensa. Pero ojo, siempre se debe pensar antes de hablar.

Aun así ¡Confía en ti mismo y acéptate por quien eres!